Y TÚ... ¿TE CUIDAS?
- Maria Carrasco
- May 6, 2016
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Las enfermedades de transmisión sexual tienen origen infeccioso y como su nombre lo dice, son enfermedades que se adquieren generalmente por el contacto sexual, existen excepciones en las que la enfermedad es contraída por otros medios como por ejemplo agujas infectadas, juguetes sexuales y otros objetos que hayan sido compartidos con alguna persona infectada.
Es frecuente que exista co-infección entre tales enfermedades, es decir, es posible que si una persona tiene una infección desarrolle algún virus que generen una nueva y ambas enfermedades coexistan.
Es importante tener en cuenta que tales enfermedades de no ser tratadas pueden conducir a condiciones crónicas y llevar a la esterilidad o incluso a la muerte.
Mencionaremos entonces algunas de las más conocidas:
La clamidia Es la más común de las enfermedades de transmisión sexual, ésta se transmite por contacto sexual, ya sea de manera anal, oral o vaginal, igualmente se transmite al compartir juguetes sexuales y si la madre la padece durante el embarazo lo más factible es que ésta sea transmitida a su hijo.
Tanto hombres como mujeres pueden padecer esta enfermedad sin presencia de síntomas, sólo en algunos casos las mujeres pueden tener síntomas como ardor al orinar, dolor abdominal, relaciones sexuales dolorosas y sangrado o flujo vaginal después de tener relaciones sexuales.
El tratamiento de ésta se realiza por medio de antibióticos, y se sugiere que no sólo sean ingeridos por quien ha sido diagnosticado, sino también por su pareja.
La gonorrea o blenorragia se encuentra también en el grupo de las más comunes, es una enfermedad que afecta a ambos sexos, tanto hombres como mujeres, y en estas últimas casi siempre es asintomática pero cuando éstos aparecen se da entre los 2 y 5 días después de la relación sexual con alguien infectado. La bacteria se instala en la uretra, el cuello uterino, el ano, el recto y la garganta si se ha practicado sexo oral.
Los síntomas de la blenorragia son ardor al orinar, líquido blanco o amarillo en el pene, flujo vaginal amarillento o flujo del ano y si la mujer que la padece se encuentra en embarazo ésta infección puede tener graves consecuencias en el bebé.
El tratamiento de esta enfermedad es por medio de antibióticos, pero de no ser tratada a tiempo se puede convertir en una enfermedad inflamatoria de la pelvis que lleve a la infertilidad.
La sífilis por último es así mismo una enfermedad que se transmite vía sexual, ya sea vaginal, anal u oral, también por el contacto de la piel con un infectado o por compartir objetos contaminados. Sus síntomas son casi imperceptibles, pues son parecidos a los de un resfriado y también puede aparecer fiebre.
Semanas después de haber tenido relaciones sexuales con el infectado aparecen chancros o lastimaduras que son indoloros generalmente y se trata con antibióticos, pero de no ser tratada de la manera adecuada puede tener secuelas graves como daños en órganos internos, cerebro y hasta la muerte.
El hecho de tener sífilis aumenta el riesgo de contraer el VIH/SIDA, por eso es importante que se detecte a tiempo mediante un examen de la zona genital y complementar con exámenes de sangre.
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