¿QUÉ TIPO DE PENE TIENES?

Originalmente sólo íbamos a hablar de unos cuantos tipos de penes, pero resulta que, sin una pequeña aclaración, podría esto convertirse precisamente en lo que queremos evitar: el pensar que existe tal cosa como un “modelo correcto” para el cuerpo humano.

Primero, y para saciar curiosidades, he aquí los tipos de penes que coloquialmente se identifican, recordando que ni es una lista exhaustiva, ni son nombres definitivos, ni uno es mejor que el otro:

1. Pene lápiz: La base, cuerpo y glande son uniformes, y se asemeja a un lápiz en forma (no en tamaño ni en grosor). Buenos para el sexo anal, puesto que es más fácil el evitar lastimar a la pareja.

2. Pene plátano: El glande y la base son más estrechos, pero el centro es más ancho. Es la “presentación” que se figura más común, y su ventaja es en la entrada y salida del miembro.

3. Pene cono: Básicamente eso, uno cono. El glande es estrecho y se va ensanchando hacia la base. Las penetraciones profundas son el nombre del juego, y las posiciones más arriesgadas pudieran ser más fáciles para este caso.

4. Pene curvo: Aunque es muy común que los penes tengan una ligera curvatura (hacia cualquier dirección, aunque parece que sólo 1 de cada 100 es hacia la derecha), en este caso se trata de uno cuya curva es mucho más evidente, y aunque puede resultar difícil para ciertas posiciones por su falta de flexibilidad, también puede llegar a zonas muy placenteras, como el punto G.

5. Pene hongo: el glande es mucho más grande que el resto del pene, por lo que recuerda a las setas. El sexo oral es una gran idea. El anal no lo es tanto, porque puede que resulte doloroso.

Pero como hemos dicho, esto no es una lista exhaustiva. Como dato tanto cultural como iluminador, mencionaremos lo siguiente: en junio del 2015, Gilberto Pixeles presentó una exposición artística en la UNAM en donde fotografiaba distintos penes. Y aunque haya algunos que puedan parecer similares, en general es evidente que cada uno es un tipo en sí mismo. ¿Cuántos penes fotografió? 137. Esos son 137 órganos distintos, formados por tantos factores que cada uno fue usado en la exposición para contar una historia distinta. 137 penes distintos entre sí, y cada uno tan “correcto” como el anterior.

Y por último dos cosas curiosas. La primera: aunque sí fue realizada la obra con fines de defensa hacia la diversidad sexual y la homosexualidad, no estaba limitada a los homosexuales; aún así fueron sólo 7 los heterosexuales que participaron, probablemente por cuestiones de pudor. Y la segunda: Pixeles explica que en la exposición también participaron “3 mujeres, una mujer trans, otra chica bisexual y una lesbiana”.