¿TE EJERCITAS CON Y PARA EL SEXO?

El sexo está fuertemente ligado a la actividad física, porque por un lado el sexo constituye una actividad física considerada leve a moderada y por otro lado el ejercicio trae grandes beneficios a la actividad sexual.

El sexo constituye una actividad física importante, ya que se involucra resistencia muscular y cardiovascular, así como quema calorías y genera un gasto de energía sano para el cuerpo. Sin embargo y aunque te suene muy atractivo, no pienses que teniendo más sexo ya garantizas tu salud física. Precisamente, la práctica de ejercicio ayuda muchísimo a la actividad sexual.

Quienes más sexo tienen por semana, son menos propensos a sufrir de disfunción eréctil, muchas veces asociada a problemas circulatorios. En las mujeres, el sexo ayuda a fortalecer los músculos del área pélvica, que se resiente con el embarazo, así como a evitar la incontinencia urinaria.

La actividad física te dará más resistencia. No te vas a fatigar tan fácilmente, ni quedarás muerto o muerta durante o luego de hacer el amor. Tener relaciones sexuales, como ya lo habrás notado o lo notarás, acelera el ritmo cardíaco, lo cual condiciona el sistema cardiovascular y favorece las arterias.

También ejercicios aeróbicos como los que se hacen con la natación, el atletismo o las caminatas, permiten un mejor funcionamiento del sistema circulatorio.

Por ejemplo, cuando alguien sufre del corazón, tener sexo hace parte de su reincorporación a la actividad física, pero si es una actividad ocasional que no está acompañada de actividad física, podría generar complicaciones. Por ello, es tan importante el ejercicio físico.

Igualmente, una mejor circulación sanguínea permite mejores erecciones, por el buen funcionamiento de las arterias del pene.

La actividad física también te dará flexibilidad. Algunas posiciones sexuales, más si tu pareja piensa que eres contorsionista, requieren de flexibilidad en varias extremidades. Una rutina de ejercicios que mejoren la flexibilidad puede permitir a la pareja hacer más posiciones sin tanto esfuerzo.

Las relaciones sexuales implican fuerza y resistencia de músculos sobre todo del área lumbar y abdominal. El pilates y el yoga son actividades físicas que pueden contribuir enormemente a una mejor vida sexual, ya que además de dar mayor flexibilidad, se fortalecen ciertos músculos, como los de esas áreas del cuerpo, muy importantes durante el sexo.

El ejercicio también reduce el envejecimiento sexual, pues se ha comprobado que hombres mayores que son físicamente activos logran mantener una mejor vida sexual por más tiempo.

El fin y los objetivos del sexo son diferentes a los del ejercicio, por lo que aunque el sexo constituye una actividad que quema calorías e implica movimiento de varias partes del cuerpo, no sustituye del todo la importancia de hacer actividad física. Tenemos entonces que la actividad física mejora el rendimiento sexual e incluso puede aumentar el apetito sexual.

Complementa la actividad física con una vida saludable, buena alimentación y evita el cigarrillo y el alcohol. De seguro, eso se reflejará en una mejor vida sexual entonces ¡a tener sexo y ejercitarse!