SÍ AL SEXO EN EL EMBARAZO

Dentro de los tantos mitos y tabúes en el plano sexual, es recurrente oír a mujeres embarazadas que se niegan a tener sexo para evitar provocarle algún daño al feto que se encuentra en gestación. Esta es una de las tantas prohibiciones de la sociedad, porque, desde el punto de vista médico, no existe ningún impedimento para mantener relaciones sexuales con tu pareja durante tu período de embarazo.

Claro está que existen algunos casos, sobre todo cuando el embarazo ha presentado algún problema como sangrado, placenta previa, contracciones vaginales, insuficiencia cervical, dilatación del cuello uterino, ruptura de la bolsa amniótica, enfermedades de transmisión sexual o cualquier otro síntoma donde tu médico indique interrumpir las relaciones sexuales.

Si ninguno de esos síntomas se ha presentado y tienes deseos de tener sexo, no te cohibas por estar embarazada. Puede que con el paso de los meses y el crecimiento de la barriga sea algo incómodo seguir haciendo el misionero, por ello acá te diré otras posiciones para que tengas un embarazo lleno de placer.

Si están en la cama, ponte sobre él y realiza la posición del misionero invertido, así eliminarás la presión de su peso sobre tu abdomen y podrás controlar la profundidad de la penetración. Esta variante también se puede emplear si se trata de una pareja homosexual, recuerda que amor es amor sin importar su presentación.

Para atreverte un poco más, busca una silla resistente, has que tu pareja se siente en ella y te espere en estado de erección. Allí tú tendrás el control de la situación y podrás decidir el ritmo de la penetración, además de elegir si quieres estar de frente o de espaldas.

Otra posición que se puede practicar es la cucharita. Pónganse ambos, o ambas, de lado, y que tu pareja te penetre desde atrás. Se trata de una penetración menos profunda, lo cual puede resultar beneficioso cuando ya se acerca el momento de dar a luz y puede resultar incómodo llegar a las profundidades de la vagina.

También puedes aprovechar la cama para obtener placer. Ubícate en el borde de ella y acuéstate boca arriba, así podrás quedar a la altura de la cintura de tu pareja para que te penetre sin la necesidad de acostarse sobre ti. También puede emplear su mano para estimular tu vagina y prolongar el placer.

La muy conocida posición del perrito o a cuatro patas también es una buena opción para las mujeres embarazadas. Coloca debajo de tus manos y rodillas cojines que te sirvan de apoyo. Una vez ubicada en la posición, tu pareja se podrá arrodillar y penetrarte.

El sexo oral siempre será bienvenido y el anal también. Todo es cuestión de gustos y el nivel de confianza que tengas con tu pareja.

Como ves, el periodo de gestación de una nueva vida no tiene que distanciarte del sexo. Solo basta darle rienda suelta a la creatividad, salir de la monotonía y encontrar nuevas posiciones donde te sientas a gusto.